Rubén Vasconcelos, lastre de impunidad

Rubén Vasconcelos, lastre de impunidad/Columna/Tinta de Quintero 

Fiscalía; cochinero de complicidades 


Protector de impunidad


Ciudadanos sin justicia








Antonio Quintero 

La procuración de justicia en la entidad oaxaqueña ha sido el talón de Aquiles de muchas administraciones, con personajes inservibles, sin experiencia, ética, ni profesionalismo. Ahora como Fiscalía es lo mismo, un adorno al burocratismo, a la corrupción y más impunidad. 


La fiscalía no ha cambiado ni por fuera ni por dentro, quedó en manos de la miseria humana, quedó en manos inservibles, en personajes obsoletos. 


La detestable actitud de quien fuera fiscal de sus padrinos políticos los Murat llamado Rubén Vasconcelos Méndez, deja con ello además una estela de muerte, de impunidad y gran corrupción en lo que se presume como Fiscalía General de Justicia de Oaxaca. 


Las famosas carpetas de investigación, han quedado para la historia, es decir ni eso simplemente se han ido a la basura, al cochinero que traía consigo el mismo gobierno del mexiquense Murat Hinojosa. 


El infierno, y las mil pesadillas que vivieron miles de ciudadanos oaxaqueños, que nunca tuvieron una justicia a su llamado. 


Carpetas de investigación que fueron hechas, y reconstruidas en medio del cochambre, del hedor de lo más asqueroso de perversión inimaginable. Pues todo era expuesto a la calaña de intereses de los jerarcas mafiosos, se llegó a manipular escenas de crímenes, de asesinatos, de manera vil y cobarde. Ese era el trabajo sucio, asqueroso del Fiscal a modo llamado Rubén Vasconcelos Méndez, quien, además no se cansó de proteger a sus amos, los dueños del poder absoluto de Oaxaca. 


La espina dorsal de la impunidad, ahí donde se maquilló todo, para beneficio de intereses personales. Esa fue la función impecable de Rubén Vasconcelos Méndez, quien ahora será premiado con algún nuevo encargo de sus amos. 


Efectivamente el trabajo sucio mafioso de este fiscal fue impecable, integro, a modo, detallado, para que los amos pudieran estar felices, contentos de tener un fiscal a modo, protegiéndose en la complicidad total a todo aquel merecedor de ella, claro a los amigos de sus amos.  


Por supuesto que el deleite en la cúpula fue grandioso, pues finalmente quien decidía la investigación de los hechos a fondo eran sus amos, -protégeme y te protejo-, así era el contexto de la complicidad-impunidad en toda la entidad oaxaqueña.  


Una fiscalía que nunca fue independiente, con un fiscal a modo, que nunca tuvo profesionalismo en su trabajo, cargado de mentiras, y en un mar de corrupción. 


Todo un lastre, una verdadera porquería, ahí están las estadísticas que señalan lo que nunca pudo realizar dicha fiscalía, porque nunca pudo resolver nada. 


Una verdadera tragedia, para miles de ciudadanos y ciudadanas que no tuvieron acceso a la justicia, solo impunidad. 


No pudo ni siquiera informar nada relevante en sus comparecencias ante el Congreso del Estado, solo pretextos y exigencia de mayores recursos, para que finalmente esa dependencia a su cargo fuera obsoleta. No funcionó ni dio resultados. 


Con burla y engaño acudió al llamado de los diputados y diputadas para que expusiera la verdadera problemática de violencia, crímenes, de feminicidios en toda la entidad oaxaqueña y minimizaba los episodios expuestos, y sobre los feminicidios jamás logró resultados. 


Pidieron su renuncia al cumplir un año en ese cargo, pero Vasconcelos Méndez desde luego fue protegido por Murat Hinojosa para seguir en ese cargo en medio de grandes tragedias de oaxaqueños y oaxaqueñas. 


Recordemos que recientemente mujeres afectadas por la violencia feminicida tuvieron que acudir a la Ciudad de México para solicitar audiencia con el presidente de la república y ni así lograron que cambiara el curso de sus demandas. 


Vasconcelos Méndez deja su cargo en medio de un mar de impunidad, de carpetas de investigación a modo que fue el adorno con el que salió airoso de sus comparecencias, y de su nulo trabajo de resultados. 


Lamentablemente deja el cargo porque sus amos se lo exigieron, no porque haya sido por voluntad propia y de reconocer su incompetencia, se va a un nuevo cargo, premio a su lealtad, a su servilismo, y su innegable correspondencia a la impunidad. 


En su renuncia a modo, se queda la indignación de muchos ciudadanos que no obtuvieron resultados positivos a sus demandas de justicia, sencillamente porque obedeció a intereses perversos, mezquinos, dignos de la mafia.  


Mientras tantos miles de ciudadanos seguirán en la orfandad de justicia y a la espera de un nuevo fiscal comprometido con los intereses legítimos de una sociedad en desarrollo, ávida de justicia y no en un pueblo de caciques politiqueros que tanto daño han hecho en toda la entidad oaxaqueña. 

 

¡¡Nos leemos en nuestra próxima entrega!! 

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