Un zócalo hermoso
Un zócalo hermoso/Columna/Tinta de Quintero
Cuidar patrimonio histórico
Antonio Quintero
Tenemos un zócalo hermoso, hoy podemos ver a un zócalo limpio, un zócalo fascinante, un zócalo de altura, me refiero a un espacio donde se puede disfrutar de la belleza arquitectónica, la belleza de una ciudad majestuosa, una ciudad emblemática, e histórica...
Quien no quiere verla así, entonces entenderemos que su mirada es corta, que no hay sensibilidad, que no hay el mínimo interés de construir, de cambiar, de limpiar un rostro de Oaxaca que ya se nos había olvidado observar, ese bello rostro que se encuentra en los rincones mágicos de una ciudad bellísima como la capital oaxaqueña.
Sus monumentos, sus edificios antiguos, casonas, patios, fuentes, sus corredores del zócalo, y su majestuoso Palacio de Gobierno que había sido abandonado, y convertido en rehén de un grupo ajeno a la belleza, un grupo ajeno al concepto cultural de nuestras raíces autóctonas.
Grupos de choque, manipulados, desvirtuados que encontraron la forma de chantajear a las autoridades y controlaron por muchos años una forma extraña de vivir dentro de los corredores, y se adueñaron del zócalo, llegaron malvivientes y el zócalo se convirtió en un sitio peligroso para muchas familias, visitantes y extraños nunca entendieron esas formas de expresión fuera de todo orden. Violándose ellos mismos su forma de vivir.
En algún momento se esa crisis, vivida en el interior del zócalo se respiraba, ya un molde al barrio de la ciudad de México, llamado Tepito, Oaxaca se estaba convirtiendo en un Tepito, o similar de algún tianguis de la zona oriente del estado de México, la zona más salvaje, pobre y miserable del México de hoy, de esta actualidad.
Pero por fin se logró lo inalcanzable, y hoy el rostro de Oaxaca volvió a sonreír, de manera fresca y elegante. Este es nuestro zócalo oaxaqueño. Sin ambulantes...
Pero para tener por muchos años un zócalo vigente, limpio, ordenado, los diputados locales deben promulgar, y buscar iniciativas que sancione a todos aquellos grupos, personas que atenten contra monumentos, edificios, y patrimonio histórico como el palacio de gobierno, pintarrajear casas, pero sobre todo que nunca se adueñen de lugares públicos, como recientemente se hizo con el palacio de gobierno y sus corredores.
Que sus protestas nunca rebasen a las autoridades y perjudiquen a terceros, y buscar métodos de dialogo o incluso disuadir manifestaciones violentas. No se puede permitir ya, que grupos secuestren, y atenten contra la seguridad de familias, niños, jóvenes y adultos.
Oaxaca no debe ser rehén jamás de intereses perversos. El Patrimonio Histórico debe estar debidamente protegido.
Por ello ya es urgente que este gobierno haga trabajar a los legisladores que se han caracterizado por perezosos, para que hagan iniciativas de ley para proteger el patrimonio histórico de Oaxaca. Y nunca más que nuestro patrimonio histórico sea vulnerado por caprichos de odios y resentimientos.
Oaxaca y su zócalo han vuelto a respirar ese aire a orden, a tranquilidad y hoy muchos visitantes nacionales y extranjeros han disfrutado con mucha alegría, su estancia en nuestra capital, eso es lo que necesitamos cuidar el turismo, buscar mayor calidad en sus servicios, y darle a Oaxaca el verdadero rostro que se merece.
Para ello también es necesario que las autoridades capitalinas busquen darle impulso a la capital, liberarla de la contaminación de todo tipo, no es posible que el turismo nacional y extranjero observe y conviva con una contaminación del tercer mundo. Y se convierta en rehén de una mala calidad de servicios turísticos.
Las mil y una formas de contaminación deben ser atendidas por los responsables de estas áreas, situación que no ha sido entendida y atendida hasta este momento. Ya es momento de que se ocupen en dar resultados.
¡Es urgente!
¡Nos leemos en nuestra próxima edición!
Comentarios
Publicar un comentario