De fracaso en fracaso Chucho Romero

 De fracaso en fracaso Chucho Romero/Columna/Tinta de Quintero 

Entidad oaxaqueña sumida en la violencia 


Se reavivan conflictos agrarios


¿Quién promociona la ingobernabilidad? 

 

                                                                     
                                                     

                                                          Jesús Romero responsable de la gobernabilidad en la entidad.


Antonio Quintero 

El responsable de la gobernabilidad en la entidad oaxaqueña esta encamotado, va de fracaso en fracaso, y no sabe de gobernabilidad. Un personaje que llegó al azahar sin haber tenido ninguna experiencia en su escasa trayectoria política en gobierno y administración. 

 

Jesús Romero López, ha dejado claro que es un personaje visceral, ha conducido su forma de gobierno con espuelas como si los problemas fueran tirados por burros o mulas, esa es la triste imagen de un personaje que no tiene la menor idea de ofrecer gobernabilidad. 

 

Sin conocer el tinte a fondo de los problemas ha intentado en darles solución, pero con inclinaciones opuestas a la imparcialidad, por el contrario, es ampliamente señalado de ofrecer acuerdos basados en diálogos torpes, y el resultado está ahí en lo que va del gobierno salomonista la entidad oaxaqueña se ha empezado a teñir de sangre. A merced del hampa, y del crimen organizado. 

 

Jesús Romero López que sabe de ofrecer seguridad social y demandas legitimas de las comunidades cuando no sabe escuchar, cuando a diario el palacio de gobierno está bloqueado, tomado, cerrado, por diversos grupos, representantes y organizaciones de diferentes lugares de la entidad oaxaqueña. 

 

Desde la llegada de la administración salomonista, Jesús Romero López se adjudica sin objeción alguna un poder que no le corresponde por encima incluso del propio gobernador Salomón Jara Cruz, ¿entonces cuáles son los intereses que persigue la corta visión de un secretario de gobierno, como Jesús Romero López? 

 

La entidad oaxaqueña está sumida en una serie de conflictos de todo tipo, este secretario de gobierno lo opaca su propia estrechez angosta, y sin visión, por el contrario ha desvirtuado los verdaderos problemas de las comunidades oaxaqueñas. 

 

¿Será que el ahora secretario de gobierno está permitiendo por su ignorancia, acordar con el crimen organizado y someter a la entidad a un manto de sangre, emboscadas, ataques armados, y una seria inestabilidad política social interna? 

 

Porque ha hecho a un lado la oficina de jefatura de gabinete y ofrece decisiones sin consultar, ¿porque se permite? 

 

¿Que intenta Jesús Romero López publicitar en sus mañaneras? Cuando lo que tiene en realidad es una entidad a manos de criminales, y que sus estrategias son de cero resultados, porque entonces lo que se entiende es que solo concluye en demagogia sin ninguna acción que logré determinar los altos índices de violencia y criminalidad. 

 

Lo que se traduce entonces es que Jesús Romero pretende negociar una aparente estabilidad con sus ambiciosos intereses y dejar sin solución los problemas añejos de comunidades enteras, tal y como está sucediendo en varios conflictos agrarios, o supuestos conflictos agrarios, porque al parecer también los están maquillando así, porque también este secretario los está mal orientando, cuando no sabe ni entiende la problemática interna de comunidades. 

 

No hay capacidad francamente, lo que si hay es la acción visceral de un secretario que a todas luces se observa que impone incluso sobre varios jefes del gabinete de Salomón Jara Cruz, su atroz decisión. 

 

Por encima del propio secretario de seguridad pública y del fiscal de justicia del estado, y de la secretaria ejecutiva. ¿Es entendible? 

 

Por supuesto que no, pero los secretarios al parecer simplemente obedecen. 

 


Funcionarios de la Seguridad en la entidad oaxaqueña.




La realidad en el confrontamiento de los límites de Tlaxiaco y de San Miguel El Grande, lejos de que se investigue en realidad los hechos violentos, -bueno se sabe que eso de la investigación es solo un decir porque en realidad nunca sucede eso y aunque se tenga a flamantes policías investigadores-, la precisa investigación queda en manos de quien teje las maniobras perversas para encarcelar o detener a cualquier persona que se aparezca en los intereses del conflicto. 

 

Que lamentable que suceda esto, se prefiere proteger que investigar los hechos, en este caso hay varios personajes inmiscuidos, que pertenecen al nuevo gobierno de Salomón Jara cruz, y que, con esta matanza, o conflictos, pretendan cobrar venganzas y lo peor de todo esto es que se intente influir que esos terrenos tengan ahora nuevos dueños. 

 

Nace otro cartel del despojo, ¿ahora agrario? ¿Eso es lo que se busca? 

 

De todo esto brota ahora y también es salpicado o tiene culpabilidad así lo han manifestado algunos personajes al señalar al titular del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes y a su secretario particular quien a su vez es hijo de Jesús Hernández Cariño, presidente de bienes comunales de la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, quien fue detenido por indicaciones de la Fiscalía del estado como autor intelectual de la emboscada y matanza del 22 de noviembre de este año. 

 

Sin embargo, en un comunicado del gobierno del estado, escueto como es costumbre, -en los comunicados oficiales-, no se da más información y se determina como emboscada, ni tampoco la ubicación del lugar donde acontecieron los hechos. 

 

Y posteriormente en su conferencia mañanera de Romero López se atrevió a señalar en sus palabras que “...se pidió a los agentes y autoridades que se fueran de la zona y no lo hicieron y a la otra parte para que no se involucrara y no hubiera una reacción y hubo silencio”.  

 

Pero no solo fue ese grave error del secretario de gobierno sino la del propio Salomón Jara Cruz, gobernador de Oaxaca, quien culpó a San Miguel El Grande de la violencia por la radicalización de su postura y añadió que pretende la recuperación y manejo de dos mil 300 hectáreas que en su mayoría son maderables. Ante toda esta situación la contrariedad persiste en este gobierno y en lugar de resolver los conflictos los enfrascan en nuevas y bruscas maniobras de presunta gobernabilidad sin capacidad legitima. 

 

Finalmente, la política ruin de Jesús Romero se basa en contrariedad, perversión, y contradicción en sus propias palabras; “se aplicará la ley para fortalecer el estado de derecho, actuando en contra de quienes promueven la violencia en Oaxaca”. 

 

Es definitivo que desde algún lugar o escritorio del gabinete del palacio salomonista -al parecer-, se promueve la ingobernabilidad en toda la entidad oaxaqueña... 


Por ello ya le han pedido la renuncia al gobernador Salomón Jara Cruz a un año de su inestable administración.

 

¡Nos leemos en nuestra próxima entrega! 

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