Tren Maya se inaugura inconcluso
Tren Maya se inaugura/Columna/Tinta de Quintero
Violando normas ambientales
Antonio Quintero
El viaje a través del tren maya es vergonzoso, pero no solo eso, los que sabemos cómo fue construido, por el delirante capricho presidencial, entendemos que realizar un viaje por ese tren, es un viaje a una tragedia ambiental que se ha venido registrando desde que el ejército entró a realizar las obras de esa construcción.
Enarboladas por el régimen actual del gobierno, ese destino es un viaje a la destrucción de la naturaleza, sentir ese viaje como algo horroroso, espantoso y entender los motivos tan perversos que finalmente –parece ser-, que lograron su cometido, es viajar al placer de la destrucción de la madre naturaleza, viajar en ese tren es viajar al futuro incierto, a aceptar las indolencias de quien demandó destruir la selva Maya.
No era necesario destruir, es muy obvio que la destrucción no es sinónimo de crear turismo, no era necesario destruir miles de hectáreas de selva, de flora y fauna, para lograr un proyecto de capricho-.
El tren de la muerte, de las violaciones a los derechos humanos de comunidades mayas, no tiene significado, no tiene ningún valor porque se hizo bajo capítulos oscuros de corrupción.
Pero lo peor que no hubo ningún estudio de los impactos ambientales y el costo que se va a pagar por esta terrible tragedia ambiental que ha sido señalada por organismos internacionales y la prensa internacional.
Viajar en ese tren es aplaudir, es sentirse orgulloso de la destrucción que le hicieron a la selva maya y a sus pueblos nativos. Que tristeza e infamia de este gobierno que ensalzó siempre la destrucción de este paraíso ambiental que tendrá graves consecuencias para la salud humana.
Como podemos estar orgullosos de esta destrucción, de la enorme y gran variedad de cenotes, de sus raíces, de su historia...
Viajar en ese tren es viajar bajo el enorme riesgo y peligro, el ten de la muerte, por la forma en que fue construido, nunca podremos entender que el progreso no significa la destrucción. Condenamos los que amamos a la naturaleza esta acción deplorable que ha devastado la importante selva maya.
No hay motivos para estar contentos ni alegres ante esta devastación, una inauguración fraudulenta, y sin haberla concluido.
Ambientalistas y sociedad civil se opusieron a la destrucción de la Selva Maya.
Pasarse por alto las leyes y normas ambientales señala y habla del grotesco presidencialismo existente que ha gobernado a este país en este lastre de sexenio que ha demolido las esperanzas ambientales.
La monstruosa hazaña de un gobernante que se aferró a la destrucción y no a la evolución, a la salud y calidad humana. Necesitamos un medio ambiente limpio, sano, vigoroso, pero todo esto se ha perdido gracias a la terquedad de un individuo.
Observar la destrucción en ese viaje, es lo más espantoso y grotesco que hayamos visto...
¿Modernidad y progreso para quienes?
¡Nos leemos en nuestra próxima entrega!
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